Fin de semana intenso en el que la Palabra y música han caminado de la mano. Junto a Dolores Aleixandre, maestra del corazón, mujer orante y sabia transmisora de la Palabra hemos animado un retiro estos días en Santa María de Huerta. La Palabra vuelve a mostrarnos su eterna novedad y esa fuerza única que posee. Contemplando personajes como Miriam, Débora, Ana María y Zacarías, cada uno de nosotros hemos podido experimentar, como le gusta decir a Dolores, “anda, si este, esta soy yo”. Sí, junto a tantas y tantos que nos han precedido en la fe y junto a esta diversa y rica comunidad cristiana reunida este fin de semana se renueva en nosotros el deseo de cantar, de bendecir, de alabar, de agradecer a nuestro Dios su presencia salvífica en el acontecer de nuestra historia.
“Miriam la profetisa, la hermana de Aarón, tomó su pandero en la mano; y todas las mujeres la siguieron con panderos a danzar. Y Miriam entonó: Cantad al Señor, sublime es su victoria. (Ex 15, 20-21)”